Mesa redonda “Mujer y emprendimiento” de “GIRA Mujeres”
En el día de ayer tuve oportunidad de participar en la tercera edición de “GIRA Mujeres”, un programa promovido por Coca-Cola y que busca impulsar el emprendimiento y la empleabilidad de las mujeres. En el acto de Pamplona he participado invitada por la Fundación Koine Aequalitas, entidad que desarrolla, entre otros, proyectos en el área de igualdad y que tengo el honor de presidir.
En mi exposición, enmarcada en la Mesa redonda “Mujer y emprendimiento”, he querido aportar algunos datos sobre la realidad de la mujer emprendedora. En este sentido llama la atención, por ejemplo, que cuando las mujeres nos presentamos para acceder a un trabajo, las posibilidades de encontrar trabajo es menor si tenemos hijos que los hombres en la misma situación familiar.
Posibilidad de ser llamados para una entrevista de trabajo según género, número de hijos y cualificación para el puesto
Fuente: Observatorio de “la Caixa” 2019
En cuanto al tipo de jornada laboral, las mujeres acceden a un mayor número de contratos a tiempo parcial, un 30% frente al 13% de los hombres contratados por cuenta ajena. Esta situación es doblemente preocupante en las mujeres, que también realizamos un mayor número de horas de trabajo no remuneradas o doble jornada (si incluimos al trabajo en el hogar). El impacto negativo para las mujeres es aún mayor porque ese menor número de horas trabajadas a la semana hará que se encuentren en inferioridad de condiciones cuando llegue el momento de la jubilación.
Principales características de la relación de empleo por sexo
Fuente: (Año 2015 | Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)
En cuanto a la actividad emprendedora, las mujeres emprenden menos que los hombres según el Monitor Global de Emprendimiento (GEM 2017-2018), en una relación de 8 mujeres por cada 10 hombres, cifra no obstante que supera a la media de Europa (6 mujeres por cada 10 hombres emprendedores). Además, tal y como se desprenden de estos indicadores, las mujeres puntuamos más bajo en aquellas percepciones que facilitan emprender (percepción de oportunidades, confianza en nuestras habilidades y modelos de referencia) y más alto en aquellas percepciones que inhiben el comportamiento emprendedor (miedo al fracaso).
Personas autónomas en España según sexo (diciembre de 2018)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos INE
Llegados a este punto son varias las cuestiones que me planteo acerca de si realmente las mujeres mostramos menor iniciativa emprendedora y, si es así, cuáles son los motivos; si se trata de dificultad de acceso a la financiación, de carecer de una red de contactos, por falta de experiencia empresarial o debido a la doble jornada (laboral y ámbito privado). Nos enfrentamos a otro techo de cristal que derribar, el del emprendimiento, una actividad cuyas barreras debemos ser las primeras en superar.
